MISTERIOS

Por R.C. Saccsara

 

La década de los 80´s hasta parte de los 90´s  eran  épocas difíciles, donde la gente casi no dormía en sus casas sino en sitios alejados, escondidos y a la intemperie. Eran suficiente una leve alarma para que todos los habitantes de una determinada ciudad o lugar dejaran deshabitada sus casas y la misma ciudad. Si alguien llegara a aquel lugar pensaría que está en un cementerio o un pueblo abandonado. sólo escucharía el ruido del río, el triste cantar de los pajarillos (testigos de la masacre y violencia en el pueblo); quizá a lo alto vería volar un Águila tratando de decir que estas jugando de visitante. Los habitantes de aquella ciudad se organizan para hacer vigilancias nocturnas mientras los demás pobladores tratan de recuperar sus sueños después de un día agotador. Es mediados de octubre de 1989, un niño recorre las calles de aquel lugar tratando de encontrar algún amigo para jugar. Él no tiene consciencia de  lo que ocurre ni mucho menos sabe por qué duermen en lugares y noches lúgubres. Son casi las 7:00 pm de un día cualquiera, el niño se encuentra en compañia de sus Abuelos. A la luz de las velas y en plena llovizna se aparece un hombre fuerte y corpulento, todos se quedaron mudos: El Abuelo, la Abuela y el Niño. El hombre los saluda amablemente al Abuelo y la Abuela, era el tío Ale. Aquel tío va con un propósito: Persuadir al Abuelo para que no vaya hacer la vigilancia esa noche y se ofreció en reemplazarlo (aquella noche le tocaba vigilar al Abuelo junto con un grupo de pobladores). El tío Ale insistió en reemplazar al Abuelo en la vigilancia. El Abuelo quedó agradecido por el gesto tan amable. Era cerca a la medianoche cuando el niño se despierta como consecuencia de tanto ruído, pensaba que era alguna fiesta o aniversario de no sé qué.........escuchaba cohetes, bulla y gritos (tipo juegos artificiales). Pero no. Se equivocó. Era un enfrentamiento entre los Guerrilleros, Policías y el grupo de pobladores en vigilancia. A lo lejos, en la oscuridad, se vía un montón de luces en distintas direcciones, la energía eléctrica había sido cortado, se escuchaba insultos, gritos, traqueteo de las metralletas y las dinamitas no paraban de sonar. Las balas pasaban silvando por el techo y por todo sitio tratando de encontrar alguna víctima para lograr su objetivo... Casi las cinco de la mañana se calmó y cesó la balacera dejando toda una población amedrentada y cuatro muertos (uno de ellos el tío Ale). La familia del tío Ale tenía que vestir luto sin querer, no podían creer cómo a un hombre tan bueno y bondadoso, la vida le había hecho una mala jugada y fatal. Al día siguiente el niño tenía que ver el cadáver de su tío que yacía en un ataúd rodeado de sus seres queridos llorando desesperadamente.

Si el tio Ale no hubiese ido la noche anterior, quizás, el niño estaría viendo el cadáver de su Abuelo en aquel ataúd. El tio Ale tomó el lugar del Abuelo, el Tio murió por el Abuelo ¿por qué será? nunca se sabrá ¿Acaso el Abuelo aún tenía mucho por hacer? A lo mejor! o quizas son misterios de la vida que nunca lo podremos entender. El reloj marca en nuestra corta vida y cuando abrimos los ojos no hemos hecho casi nada. Por esta vida se pasa una sola vez, nada es seguro eso es lo único seguro.